En este episodio de «Caminando juntos», Beatriz y Günter nos explican cómo el hombre y la mujer son una ayuda el uno para el otro, cada uno con sus características personales, con lo bueno que pueden dar al otro; y nos hablan de lo fundamental que es tener la mirada puesta en la meta, que es la santidad, haciendo hincapié de que han sido elegidos por Dios para poderse ayudar mutuamente de manera que puedan alcanzar el cielo.

¿Cómo prepararse para el día tan esperado de la boda? ¿Pueden surgir tentaciones después de haber dado el paso a comprometerse? ¿Es posible vivir con paz y unión con el Señor los días previos a darse el sí para siempre?

Günter y Beatriz nos cuentan desde su experiencia cómo están viviendo los preparativos para su boda, lo necesario que es tener los ojos puestos en el Señor, para que nada pueda quitar la atención de lo más importante: recibir la bendición de Dios en su matrimonio.

¿Cuándo es un buen momento para casarse? ¿Es necesario tener todo preparado y atado antes de la boda? ¿Se puede tener un noviazgo eterno? Beatriz y Günter nos responden a todas estas preguntas desde su experiencia personal en su noviazgo y comparten qué ha supuesto para ellos el paso a un compromiso mayor.

En este programa Beatriz y Gunter nos hablan de qué planes son buenos para hacer durante el noviazgo; cómo cuidar la relación para no crear lazos de dependencia hacia la otra persona aun sabiendo que es un regalo del Señor y por tanto hay que cuidarlo con pureza de corazón, pero nunca convirtiendo al otro en un dios, desplazando a Dios de su sitio; y por último, cómo saber elegir con prudencia las actividades que se realizan juntos para que sea un enriquecimiento de la relación y no una búsqueda desordenada de sí mismo por la satisfacción que se siente al estar con el otro.

Beatriz y Günter nos cuentan cómo el noviazgo es tiempo para construir en el plano humano y espiritual, y discernir cuáles son las cosas que ayudan al crecimiento y cuáles las tonterías de las que hay que saber apartarse a tiempo. Günter remarca lo importante que es conocer al otro porque en este conocimiento podemos sacar las cosas buenas del otro y aprender de esa relación. Es importante que en la medida que se avanza en el noviazgo haya un mayor conocimiento del entorno del otro, que los planes que se hagan sean cosas que edifiquen, no un mero entretenimiento.

Beatriz Fra ofrece en este programa de «Caminando juntos» algunas reflexiones acerca de cómo vivir «Un noviazgo en castidad desde ella», es decir, desde la perspectiva de la mujer. También Beatriz ve que es fundamental la sinceridad, entendiendo que no está en juego solo tu alma, sino la del varón. Y es necesario ser muy sinceros con Dios, preguntándose: «¿Cómo quiere el Señor que vivamos el noviazgo?». Vivir un noviazgo casto tiene siempre como fruto la verdadera alegría y una unión más grande con el otro, porque es el Señor quien nos une. La mujer tiene que ser más prudente en este campo, ir un paso por delante anticipándose en todo, pues tiene una sensibilidad mayor en estos temas. Debemos comprender que vivir de esta manera el noviazgo no es reprimir, sino ordenar nuestra capacidad de amar.

Günter Rauer da un nuevo paso en «Caminando juntos» para tratar un tema clave: «Un noviazgo en castidad desde él», es decir, desde la perspectiva del varón. La unión de los esposos es uno de los fines del matrimonio y la impureza es una herramienta con la que el demonio destruye no solo su relación, sino incluso la imagen de Dios en cada uno. Para ayudar a los hombres a vivir la castidad durante el tiempo del noviazgo, Günter explica lo que le ha ayudado a él, mientras afirma que es crucial ser conscientes de que a ellos las cosas no les afectan de igual modo que a las mujeres. Por eso, es necesaria una sincera comunicación en la que se reflexione sobre cosas tan concretas como qué buscamos con nuestras muestras de cariño. Y recordar que, en el noviazgo, debemos actuar movidos por el amor, no por los límites. Buscando el auténtico amor, no nuestro propio placer.

Está ya claro que el noviazgo es un camino hacia el matrimonio, pero una vez que se comienza el camino, ¿qué? En esta ocasión Günter y Beatriz nos hablan de la necesidad de rodearte de buenos amigos, sacerdotes, religiosas, personas que pueden ayudarte a crecer en todos los ámbitos de la persona, pues da pie a que en esos momentos que pasas con el otro no te quedes solo mirando «lo guapo que es» sino que tengas temas profundos de que hablar que van construyendo el futuro matrimonio que queréis formar. Hay que vivir el noviazgo en clave de servicio, pues la vocación del matrimonio es servir y amar.

Beatriz y Günter han estado contándonos cómo saber si uno tiene vocación al matrimonio, si es la persona que Dios ha pensado para mí, cuándo será el momento oportuno de empezar el noviazgo y qué primeros pasos se deben dar… pero ahora volvemos al principio respondiendo a la pregunta: ¿Qué es en sí el noviazgo? Hoy en día esta palabra puede sonar a algo superficial por la falta de compromiso y de visión sobrenatural con que se vive la misma vida, pero en este nuevo programa de «Caminando juntos», Günter y Beatriz nos responden como siempre desde su experiencia personal. En particular Günter explica cómo ellos ven a la otra persona casi con cierta reverencia, respetando la sacralidad de su alma y derivándose de ello el respeto a la vida y al cuerpo del otro.

Cuando se está conociendo a la otra persona, llega un momento en el que te das cuenta de que esa unión que el Señor pide exige un poco más de entrega, de unión, de compromiso, ¡no hay que tener miedo! sino ser valientes, hablarlo, rezarlo siendo conscientes de que el compromiso del noviazgo sigue siendo parte del discernimiento a la vocación matrimonial. No hay que dejarse llevar por la dependencia, los sentimientos primeros. Y, ¿qué pasa con las redes sociales y whatsapp en estos momentos? Beatriz y Günter te cuentan su experiencia en este nuevo programa de «Caminando Juntos». ¡No te lo pierdas!

Dónde conoces al otro es importante, cómo lo conoces también. Beatriz y Günter nos cuentan en este programa cómo es crucial hacer primero un buen discernimiento, conocer bien a la otra persona, en profundidad, no solo superficialmente, qué piensa, cómo vive su fe, ver si comparte lo que para mí es fundamental, mis prioridades… sabiendo decir cuando sea necesario: «¡Aquí no voy a ceder!». Pero, insisten en que ¡no hay que tener prisa!, los tiempos del Señor son perfectos, saber esperar no es ninguna broma.

En el proceso de discernimiento que nos llevará hasta el matrimonio, es importante preguntarle al Señor quién es la persona que me ayudará a llegar al Cielo. Beatriz Fra explica que es necesario ser muy sinceros con Dios y con nosotros mismos, no dejarse llevar por las primeras impresiones superficialidades. Günter Rauer añade que es importante no rebajar los criterios cuando estoy conociendo a alguien. Nos recuerdan que la clave es no perder de vista que el fin es el Cielo.