10 minutos con Jesús: de África al cielo
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«¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados.»
«¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados.»
Madre mía, haz de mí una persona de fe como lo fuiste Tú.
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma.
Descubre la apasionante historia de D. Elvir Tabaković: una vida llena de deportes extremos, viajes por toda Europa en vespa, un trabajo de ensueño como fotógrafo de eventos deportivos y coches... Todo lo que podía desear para ser feliz en esta vida, aunque con un anhelo de algo más para llenarse. Descubre cómo gracias a las oraciones de su madre, como otra santa Mónica, un retiro y una confesión, hacen que se vuelva a plantear su vida y gire 180º: de ateo a religioso de los Canónigos Regulares de Windesheim.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Te seguiré adondequiera que vayas.
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Poner por obra las palabras de Jesús.
Hoy te pedimos Señor que nos hagas santos.
Jesús, háblame de esas cosas santas y de esas perlas que hay en tu corazón.
Víctor Hervías frecuentaba la Iglesia en su juventud, pero al irse apartando de Dios, fue llenando su vida de actividades con las que trató de llenar el vacío que Dios dejaba. Se entregó al deporte, a los viajes, cultivaba el ocio... Era «su tiempo»: tiempo para él. Pero esta actitud le llevó a alejarse de su esposa, hasta llegar al extremo de hablar de separación. Justo en ese momento, el Señor aprovechó para ponerle en contacto con el párroco de su parroquia y, tras esto, todo cambiará para él y su familia...
Preparad el camino del Señor.
Cristina Fernández Girón es una niña de once años. Su cariño y confianza por Nuestra Madre del Cielo nació en el seno de su propia familia, en la que es la pequeña de cuatro hermanas. Cristina conserva el recuerdo de rezar el rosario en casa siendo ella muy pequeña, antes incluso de saber recitar las oraciones. A sus once años explica que el rosario para ella «es cogerle el dedo a la Virgen».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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