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Seguramente alguna vez en tu vida has escuchado la historia de Caperucita roja, ¿recuerdas la moraleja? Seguramente te viene muy bien recordarla. ¡Aquí la tienes, escucha con atención y aprende!

Jesús te pide todo, todo tu corazón. ¿Vas a negárselo sabiendo que Él te ama tanto, que hasta ha dado su vida por ti en una cruz?

La pereza es un vicio muy malo que puede llevarnos a situaciones desastrosas. Pero es posible salir de ello con ayuda de Dios y un gran esfuerzo. ¿Cómo? En este cuento te dan una posible solución.

¿Crees que todo el mundo es mejor que tú y que todo lo malo te ocurre a ti? Escucha este cuento atentamente y descubrirás que todos tenemos unos talentos que tenemos que poner a fructificar, y que ninguno es mejor que otro, solo diferentes.

Con esta historia podrás comprobar que para el Señor y Nuestra Madre valen mucho más las obras hechas por obediencia, aunque aparentemente no tengan gran valor, que las cosas más vistosas y rimbombantes hechas por apariencia o, aunque hechas con cariño, buscándose a uno mismo.

¿Quieres hacer algo por Jesús y María en agradecimiento a todas las cosas que ellos hacen por ti, pero no sabes muy bien qué puede ser lo que más les guste? Esta pequeña historia podrá darte algunas ideas, y si pones mucha atención, sabrás qué es lo que más les agrada.

Érase una vez un niño al que, por una razón que no te voy a decir ahora mismo, no le caía nada bien el bueno de San José. Pero gracias a las plegarias de su madre, que nunca dejó de pedir por su hijo, este se salvó de una grandísima tragedia gracias al Gran Patriarca. ¿Quién era este chico? ¿Qué fue lo que le ocurrió para no querer a tan insigne protector? ¿Cómo terminará esta historia? ¡Escúchala atentamente!

¿Cuántas veces te has quejado de que la cruz que tienes que llevar es demasiado pesada y has deseado deshacerte de ella? ¿Alguna vez has pensado que los sufrimientos de los demás son más pequeños que los tuyos y que por eso son felices pero que tú no puedes serlo porque sufres mucho? Si has tenido estos u otros pensamientos parecidos, tienes una gran lección que aprender con esta historia, ¡no te la pierdas!

Cada vez con más frecuencia y de manera más escandalosa parece que los malos son los que ganan y que los buenos tienen que resignarse a ser humillados y despreciados. Pero, ¿sabes quién es el verdadero Juez que todo lo ve, al que no se le escapa nada y que al final nos va a juzgar? Dios, y Él nos ha mostrado que solo cumpliendo los mandamientos, amando y siendo honrados podremos recibir el premio de la eternidad.