10 minutos con Jesús: me llama a estar con Él
«Un niño, sin apartar la mirada, señalando con el dedo, dijo: ¡Yo quiero vivir en esa casita! Y una niña dijo: Claro, para estar siempre junto a Jesús».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.