Compartiendo a Jesucristo: Les he dado la gloria que tu me diste
«Es posible para Dios la santidad en nosotros».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.