Creados para el Cielo: Solo Dios remedia nuestra sed
«El deseo más fuerte que hay en el corazón de toda persona, y que no ha sido escrito por él, sino que va con su ser, es el deseo de Dios; y con el deseo de Dios viene el deseo de que se cumplan las palabras y el designio de Dios sobre nosotros, y el primero es la vocación al amor».