10 minutos con Jesús: Don Dolindo
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: 10 minutos con Jesús
«No te turbes, cierra los ojos, dime con confianza: "hágase Tú voluntad, ocúpate tu de ello" y Yo intervendré con toda mi Omnipotencia».
«No te turbes, cierra los ojos, dime con confianza: "hágase Tú voluntad, ocúpate tu de ello" y Yo intervendré con toda mi Omnipotencia».
«A veces, Señor, utilizas intstrumentos inesperados para transmitirnos tus mensajes; y ,como la Virgen con Juan Diego, los eliges precisamente porque son pequeños».
«¿Eres tú también de los que buscan los milagros de nuestro Señor pero no buscas fomentar una relación personal con Él?».
«El ángulo de la compasión ofrece otro aspecto de la misma realidad, nos hace empezar a desear que cambie porque, sin negar lo sombrío, vemos algo que pueda ser capaz de salvación».
«Tu, Jesús, nos dices que, unidos a Tí, multipliquemos por - 1 toda esa negatividad para convertirla en intimidad contigo».
«Lo que tenemos que pedir realmente es el Espíritu Santo».
«¿Cómo atraerían a gente a Tí si esa gente no confiase en ellos, si no les tuviesen por gente digna de crédito?».
«Si nuestra fe fuera más grande podríamos ver grandes prodigios realizados por Él a través de nuestras oraciones».
«Cristo nos pide no mirar atrás; lo que implica dejar todos los apegos que tenemos».
«Haz un espejo: las Bienaventuranzas y Jesús; y, luego, haz otro espejo: las Bienaventuranzas y tu vida. Y dile: Jesús, aquí tienes mi corazón. Envía Tu Espíritu Santo para que en él se refleje esta felicidad de la que hablaste en tu Master Class».
«El Señor no nos va a juzgar por nuestros títulos o nuestros logros mundanos, sino por nuestras buenas obras para con nuestro prójimo».
«El verdadero cristiano tiene que estar buscando ofrecer el sufrimiento a Dios con amor».
«Lo importante no es que seamos eficaces. Llo importante es darle a Dios lo que tengamos, aunque sea muy poco».
«Preguntémonos quien es Cristo para nosotros en nuestras vidas».
«Dios Padre Providente, gracias por todo lo que nos das, ¡Gracias!».
«Si no tienes curiosidad de seguir conociendo a Cristo, pídesela».
«Hoy, me gustaría que tú y yo acompañaramos a María desde Nazaret a las montañas Ein Karem».
«Pidamos al Señor la gracia de empezar a acumular tesoros en el cielo».
«Tus ojos, Jesús, llenos de inmensa misericordia. ¿Te imaginas esa mirada de Jesús? Y en aquella mirada, la mirada de María».
«El mejor sitio en el que puedo estar no es aquel con el que yo sueño, sino aquel con el que Tú has soñado».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.