Hallazgos e interrogantes del hombre y del mundo: respuesta en Dios: parte V
- Sección: Actualidad
- Categoría: El árbol del paraíso
"La preocupación por salvaguardar de la desesperación, del extremismo y de la apostasía a sus fieles cuando éstos fueron dispersados como arena por los desiertos de escombros y por territorios de la diáspora de la Alemania de la posguerra, los convirtió en 'sacerdotes con la mochila a la espalda'. Curas que eran pobres entre los pobres… que, cuando la pobreza arrojó a innumerables seres a la desesperación, salvaron la fe de su pueblo. Héroes de la caridad, de la abnegación y de la fe en Dios."
"Uno de los hombres más valientes que he conocido en mi vida es el padre Poletti… Era en 1962 cuando nos conocimos y me narró sus aventuras mientras caminábamos… Al llegar a la casa parroquial, me daba pena ver al perro cada vez que el padre Poletti gritaba: 'Ah-Oi!' Pero más tarde comprendí que no se dirigía al perro, sino a la criada… Pero es el hombre que ha salvado la vida a cinco mil fugitivos. Bajo su ruda corteza se esconde la bondad del buen samaritano."
"A las once aterrizaba yo en Bombay. En todas partes, en las aceras, arrimadas a las paredes y a los portales, se ven figuras informes. No puedo precisar si viven o si están ya muertas. En esta ciudad, la más civilizada de toda la India, centenares de miles de niños duermen y mueren en las calles."
"Pero en esta Nochebuena, bajo el cielo de Saigón, el canto de los ángeles que glorifican a Dios y anuncian la paz de los hombres de buena voluntad aparece dominado por el estruendo de los reactores y cañones."
"Hay que ayudar a esta Iglesia (en Iberoamérica). Pero, en primer lugar, no con medidas caritativas. La caridad puede llegar a ser como la morfina, que anestesia durante un día la indigencia, pero no resuelve los problemas. Carece de sentido dar un pedazo de pan a nuestros hermanos hambrientos y aumentar de este modo su subordinación. Tenemos que ayudarles a que se alcen por sí mismos de su profundo decaimiento, para que se sientan íntimamente libres y conscientes de la dignidad de hijos de Dios."
"Desgraciadamente nuestros dineros y nuestras energías se usan para otros fines. No para la salvación de la humanidad sino para su total exterminio. En la estratosfera, en la profundidad de los océanos y en lugares inalcanzables de lejanos países, la muerte está al acecho, y la bestia de la destrucción, lista para el asalto. En esto se utilizan las riquezas de la tierra y no en darles pan a los hijos hambrientos del Rey de la Creación."
“Doscientas personas que esperan desde ayer asedian el confesionario. Miro el cansado rostro del Padre Celso, que, encongiéndose de hombros, se ve obligado a rechazarles con sólo un flaco consuelo: 'Quizá el próximo año os toque a vosotros'... Si Cristo ha instituido el sacerdocio para permanecer por siempre y para siempre entre los pobres, hay algo que debe cambiar en la Iglesia. Debemos preguntarnos cómo podría repartir mejor la Iglesia ese don de Dios que nunca le ha faltado. Ningún sacrificio deberá parecernos demasiadio gravoso para ayudar a Celso y a sus hermanos en religión.”
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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